La vainilla tiene un olor reconfortante, cálido.
En aromaterapia, la vainilla es un aroma muy apreciado por sus cualidades relajantes como antidepresivo natural, aunque también es utilizado como estimulante aromático. Ello es debido a la dulzura de su aroma y a sus compuestos volátiles.
Una de las propiedades más importantes que podemos destacar es la cualidad calmante de su aroma: si hay algo que te preocupe, impregna la habitación con aroma de vainilla y verás la posible solución de una forma más clara.
Diversos estudios explican que la razón de su efecto calmante es porque logra evocarnos emociones positivas de nuestra infancia que están en nuestra memoria.
La vainilla está presente en muchísimos perfumes.
La vainilla real es una especia cara, casi tanto como el azafrán, y hasta hace poco tiempo solo estaba al alcance de unos pocos.
La auténtica vainilla se obtiene de una orquídea originaria de México. La más apreciada es cultivada en Madagascar, tarda 3 años en florecer y debe ser polinizada a mano antes de 24 horas desde que brota la flor. El fruto de la vainilla es una vaina negra y estrecha, de cuyas semillas se extrae la esencia.
Cerca del 33% de toda la vainilla producida en el mundo es destinada a la fabricación de perfumes. En algunos es el olor predominante, y en otros es solo un matiz casi imperceptible, que aporta un rastro de dulzura y familiaridad sin que llegues a olerlo conscientemente. Esto se debe a su capacidad de aumentar la durabilidad de otras notas.
El bourbon de vainilla o bourbon de Madagascar es un nombre que comúnmente se utiliza para denominar la vainilla producida en Madagascar y en otras regiones bañadas por el Océano Índico, como la isla de Comoras o la isla Reunión.
Su origen se refiere a la dinastía Bourbon, ya que la isla de Reunión es un departamento ultramarino francés desde 1764. No en vano Reunión ya fue incluso conocida como la isla de Bourbon.
El Bourbon de Madagascar es el extracto natural de vainilla de mayor calidad del mercado.
Su nombre original está escrito en totonaca, se llama Xanath, y es mundialmente conocida como vainilla.
Ha tenido una trascendencia tal en la historia y cultura de Veracruz, que en torno a esta orquídea hay todo un culto y gran valor comercial y económico.
Además, ha inspirado una leyenda en la que relata cómo nació Xanath, la joven hija de la diosa de la fertilidad de México, que se enamoró de un joven totonac.
Como no podía casarse con él debido a su naturaleza divina, fueron asesinados en su intento de huida.
En aquel lúgubre lugar donde los príncipes fueron sacrificados, la hierba que ahí crecía comenzó a secarse y empezó a brotar en un arbusto de forma prodigiosa. Con el tiempo, cuando alcanzó una altura considerable, junto a su tronco creció una planta trepadora cuya flor, una orquídea blanca, brotaba con tal firmeza y cuidado que simulaba los brazos de una mujer.
Llegó a oídos de los sacerdotes y de todo el pueblo quienes no dudaron que aquel arbusto cubierto de flores y enredado entre las ramas de aquella hermosa planta no eran otros que la princesa y su amado príncipe.
La hermosa y elegante orquídea ha sido desde entonces objeto de fervoroso culto. Por el portento de su transformación, fue declarada planta sagrada y se convirtió en ofrenda divina en los adoratorios totonacos.
De la sangre y el amor de una princesa nació la vainilla que en totonaco lleva el nombre de Xanath (flor recóndita).
Nuestra gama de difusores de vainilla evocan a lo exótico de manera instantánea gracias a su aroma dulce y picante extremadamente rico. La nota base de esta fragancia es una combinación de la dulzura de la vainilla de Bourbon y los sutiles acordes amaderados y balsámicos, que la convierten en una de las esencias más intrigantes e inimitables en su calidad y elegancia.
Disponible en nuestra colección Romance o en la colección exclusiva compuesta por cinco difusores de este perfume.
