¿Cuidas tus pies en verano? Permítenos que lo dudemos...
Como nos gusta el verano. Vernos bronceados y vistiendo fresquitos con menos ropa , ¿verdad? Pero, ¿te has parado a pensar si todo esto es sano para todo tu cuerpo?
Y no solo hablamos del Sol. El cambio de hábitos, las nuevas prendas, las rutinas y actividades que practicamos en verano, también influyen en partes de nuestro cuerpo como son nuestros pies, y en ocasiones de manera negativa.
Memorízalo. Las sandalias, chanclas o cangrejeras son en verano tus mejores amigas. A todos nos gusta andar por la orilla del mar descalzos. Además, ese paseo es muy beneficioso para tu salud.
Pero las tornas cambian si hablamos de piscinas, duchas o similares... STOP ANDAR DESCALZO.
Así evitarás contagiarte de hongos, papilomas y demás enfermedades cutáneas propensas en los pies que degeneran en heridas, ronchas y eczemas muy dolorosas que pueden desencadenar en serios problemas de salud.
2. ELIGE UN BUEN CALZADO
El calor del verano y las modas que van y vienen son una combinación terrible para la salud plantal. Los diseños de las sandalias, tacones, cuñas... típicas del verano dejan un pie demasiado suelto poniéndolo constantemente en peligro.
Cualquier mal paso, torcedura, caída o pisotón que sufra tu pie con un calzado inadecuado se multiplicará sus efecto por 100.
Además, los zapatos con diseños complicados provocan rozaduras y lesiones que te condicionan el resto del verano y que son difíciles de curar.
Ten mucho cuidado con los zapatos que eliges. Pueden ser muy bonitos pero también demoledores para tus pies en verano.
3. HIDRATACIÓN Y PROTECCIÓN
¿Eres de las que se echa crema hidratante y protectora solo hasta los tobillos? ¡Mal hecho! El cuerpo termina en la punta de los dedos y hasta ahí tienes que echarte crema.
La crema hidratante cuidará muy bien de tus pies en verano, evitando las feísimas grietas y rozaduras.
En el caso de la crema protectora solar no hace falta que te digamos lo doloroso que es quemarse los empeines ¿no? Es solo cuestión de tener memoria de un año para otro y no te dejarás ni un rincón de tus pies por proteger.
4. CUIDADO CON TUS UÑAS
Dentro de los pies y todas las amenazas que acechan a los pobres, la parte de las uñas es especialmente sensible.
Lo primero es cortar bien las uñas. Evitar uñas encarnadas, muy largas o excesivamente cortas que suelen provocar daños y heridas en la carne de alrededor. Algo que todos sabemos que es muy doloroso.
En segundo lugar, ten cuidado con las pedicuras. Los esmaltes no son muy beneficiosos para las uñas por lo que si los usas en verano, elige esmaltes de calidad y que no sean permanentes. Pueden ser perjudiciales para tus uñas.
5. LAVAR Y SECAR
Que llevemos los pies al aire no significa que estén limpios. No descuides por eso su higiene, es más pon más atención en tus pies en verano.
Dedícale tiempo a lavarlos sin dejar suciedad en ningún rincón y sobre todo acuérdate de secarlos bien y no dejar resquicio de humedad. Pueden derivar en problemas de hongos.
Son los grandes olvidados a pesar de ser una parte importantísima de nuestro cuerpo. No los descuides más.
Desde Aromas de Andalucía te aconsejamos especialmente el uso del aceite vegetal de Rosa Mosqueta para tratar durezas y la sequedad que se producen en los pies. En muy pocos días notarás la enorme diferencia.