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Desconexión digital. La vuelta a la vida real

Aunque suponga que no termines de leer este post tenemos que decírtelo: es el momento de la desconexión digital. Es el momento de apagar el móvil, la tablet y el ordenador y dedicarle tiempo a la realidad que tienes enfrente.

Pasamos una media de 2 horas y media al día por persona atendiendo a nuestras redes sociales. Una auténtica barbaridad si lo comparas con el tiempo que le dedicas a otras cosas cotidianas como leer, cocinar, hacer deporte o charlar físicamente con tu madre.

Hoy compartimos contigo algunas pautas para desconectar del mundo tecnológico y vivir en presente y la realidad al máximo encontrando un equilibrio entre tecnologías y vida. Bienvenida a la desconexión digital.

1. Objetivos realistas

La desconexión digital es como ponerse a dieta o dejar a un novio. De un día para otro no se consigue.

Debes ser realista e ir reduciendo poco a poco el consumo de RR.SS. Así irás consiguiendo tus logros sin sufrir ansiedad por ello. Proponte por ejemplo algo tan elemental como no mirar el teléfono durante las comidas. A parte de ser algo básico de educación, es el momento perfecto para preguntarle a tu familia como le ha ido el día.

2. Nada es tan urgente

Piénsalo fríamente: de todas las notificaciones que recibes al día ¿cuántas son de verdad urgentes? Seguramente la respuesta sea ninguna.

La mayoría de notificaciones son mensajes de aplicaciones de mensajería tipo Whatsapp de tu entorno más cercano. suelen ser mensajes que pueden esperar o conversaciones en grupos sobre temas 'chorras' que sin duda puedes leer en otro momento.

Desactiva las notificaciones emergentes y no vivas esclava del sonido, alarma o mensajito que te insiste en que lo leas al instante. De verdad que no es necesario y tampoco sano.

desconexión digital

3. ¿Es tan interesante como yo creo?

Plantéate esta pregunta a ti misma antes de subir una historia de tu desayuno en un lugar idílico. De verdad que el mundo se alegra de que estés en un sitio bonito tomando un rico desayuno, pero no estés tan seguro de que necesitan verlo.

Evidentemente hay excepciones dentro de la desconexión digital, pero plantéate si de verdad a tus seguidores, familia o amigos le interesa tus historias de cada paso que das o si tu contenido es original y no más de lo mismo que sube todo el mundo.

Además, piensa en tu privacidad. Compartir cada cosa que haces acaba de raíz con tu privacidad y vida personal. De este modo todos los que te siguen en redes sociales conocen donde estás y donde no. Algo que puede acarrear situaciones peligrosas. No todo el mundo que está en Internet y ve tu perfil es tu amigo. CUIDADO

4. Desconexión digital en compañía

Es importante que este proceso no lo hagas solo. Propónselo al resto de tu familia, a tu pareja o a los amigos con los que compartes piso. Afrontar este tipo de retos en compañía es más sencillo y motivador compartiendo los ratos de ansiedad y de bichear un rato tus redes.

Además, afrontar la desconexión digital con alguien más te ayudará a descubrir la cantidad de cosas que puedes hacer en ese tiempo que no inviertes en Internet tal y como hacía nuestros abuelos. No es broma que ensayando 2 horas y media al día puedes aprender a tocar el piano como un auténtico profesional en unos meses... Piénsatelo.

5. Díselo mejor en persona

Mucha de la adicción que tenemos a las redes sociales vienen de una falsa sensación de cariño y afectividad que en ocasiones puede faltar en persona. La cercanía que nos crea con personas que queremos y están lejos nos hace sentir mejor y por supuesto más próximo a ellos, pudiendo compartirles todo lo que hacemos. La verdad que somos unos privilegiados.

Pero claro, qué manera tenemos de decirle a alguien que lo apreciamos por redes sociales. Si eres mi amigo o familiar y subes algo a Facebook tendrás por seguro mi like y quizás algún que otro emoticono de corazón. Ya está. Con esas dos 'tonterías' le decimos en pleno 2021 a alguien que nos importa. ¿Acaso no se merece esa persona que le digas en persona lo guapa que está? Venga, anímate y dile a tu prima lo preciosa que está, que le va a gustar mucho más. Ah, y anímala a que se sume al a desconexión digital.

No te estamos pidiendo que dejes de lado la tecnología e Internet. NI MUCHO MENOS. Te sugerimos que seas dueño real de tu tiempo y tu vida sin estar supeditado al uso compulsivo de las redes sociales. Que vivas la realidad y el presente sin camuflarte detrás de una pantalla. Tu cerebro, tus ojos y hasta tu salud postural te lo agradecerán, pero increíblemente más tu salud mental.

¿Has terminado de leer el post? Pues deja el dispositivo que estés usando, ponte cómoda y enciende una vela de Aromas de Andalucía para relajarte un ratito. Seguro que te lo mereces.

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