¿Recuerdas esos momentos en los que, sin previo aviso, te vinieron muchísimas imágenes de tu vida? Ese olor que aparece por sorpresa y que te lleva a viajar por una serie de vivencias significativas. Seguramente te han venido a la mente varios de ellos, y es que el olfato es el sentido que más conectado está con nuestros recuerdos emocionales.
La memoria olfativa se empieza a desarrollar muy temprano, muchos estudios aseguran que desde antes de nacer. Esto explicaría la razón por la que los bebés reconocen el olor de su madre con mucha facilidad.
“Cuando percibimos un olor primero es procesado por el bulbo olfatorio, que empieza dentro de la nariz y se transmite por la parte inferior del cerebro. Es parte del sistema límbico, un área asociada a la memoria y a las emociones, el llamado “cerebro emocional”. Es por ello por lo que los olores pueden despertar recuerdos tan rápidamente.
El bulbo olfatorio tiene acceso a la amígdala, un área que procesa la emoción, y el hipocampo, estructura muy relacionada con la memoria. Sin embargo, por muy intercomunicado que esté el bulbo olfatorio con estas estructuras, sólo es posible que un olor nos traiga recuerdos si se ha producido un condicionamiento. Es decir, si hemos asociado a nivel cerebral el olor, con algún otro estímulo, como una persona o una situación específica”. Así lo explica la psicóloga Andrea García Cerdán.
Hace un tiempo, la neurocientífica Rachel Herz, llegó a la conclusión de que no existen olores que nos encanten o que odiemos por naturaleza, sino que estos son el reflejo de emociones a las que los hemos asociado debido a diferentes historias o vivencias personales. Afirma que percibimos los olores como una interpretación de experiencias anteriores y su significado no es innato, sino que es el resultado de un aprendizaje y asociaciones.
Por ejemplo, si acompañábamos a nuestro abuelo a regar las rosas que tenía plantadas en el jardín, tanto si lo hemos hecho una vez como de forma reiterada, cada vez que el olor a rosa mojada aparezca en algún lugar o memento, nos acordaremos de nuestro abuelo.
Por otro lado, algunas investigaciones indican que es posible que ciertos olores tengan el poder de suscitar recuerdos de eventos que de otra manera no hubiéramos podido recordar.
Es innegable la importancia y el poder de un olor en un momento clave de nuestra vida, ya que va a ser este el que nos haga revivir esa experiencia a lo largo de los años.
Los aromas y fragancias están presentes en el día a día de todo el mundo. Pueden ser aromas naturales, perfumes o ambientadores en casa, pero siempre están. De ahí nace la creación de la Semana Nacional de la Fragancia, un acontecimiento que ha cobrado mucha importancia en determinados lugares como Reino Unido, donde tienen lugar numerosos eventos y premios. Os dejamos el vídeo promocional en el que podéis conocer algunos detalles curiosos sobre esta celebración y su gran trascendencia.
https://www.youtube.com/watch?v=yqEpaWXm5Mw
Y a ti, ¿qué olores te transportan a tus mejores recuerdos?