¿Sabes lo que es la olfactofobia, también conocida como osmofobia? Es el miedo, aparentemente irracional e incontrolable, que se puede sentir ante determinados olores, perfumes o aromas, independientemente de que estos sean buenos o malos.
¿Te haces una idea de lo difícil que puede ser manejarte en tu rutina cotidiana sufriendo de osmofobia? El sentido del olfato nos acompaña siempre discretamente en todo momento y detectamos los olores sin tener que poner ni siquiera intención en ello. Es decir, si tienes fobia por ejemplo a los perfumes masculinos intensos, ¿cómo puedes evitar cruzarte con un chico perfumado en una tienda? Imposible...
Además, la osmofobia es uno de los miedos más difíciles de justificar como pánico o malestar frente a los que te rodean, llegando a experimentar situaciones sociales incómodas que no sabes como solventar. Y es que huir de un olor que te provoca temor y angustia no es tarea fácil.
Como cualquier fobia, no es algo que se desarrolle de un día para otro. El miedo a determinados olores no tienen porque estar relacionados con un olor fuerte o necesariamente desagradable, puede ser perfectamente que quien sufre de osmofobia tenga miedo de un aroma agradable como por ejemplo el olor del pan recién hecho que a la mayoría de personas nos encanta.
Es decir, desarrollar olfactofobia no es cuestión de gustos, sino que más allá y como casi todas las fobias está causada o ligada a una experiencia vital traumática que puedes tener o no identificada y que te lleva a relacionar ese determinado aroma con algo malo que en tu cabeza te provoca miedo y ansiedad sin que puedas apenas controlarlo.
Además, esta fobia está relacionada con otros problemas como fuertes migrañas o ataques de ansiedad, aunque no se ha podido determinar ni asegurar las conexiones entre ambas dolencias. La ansiedad también aparece en estos casos como un mecanismo de respuesta ante situaciones de estrés o peligro que sufren aquellos con fobia a los olores.
Al igual que reaccionarías si te ves en una situación de peligro, como un atraco por ejemplo, la persona con miedo a determinados aromas se pone en alerta, sufre de ansiedad y ataques de pánico siendo complicado controlarlo hasta que no se difumina el aroma perturbador.
Estas personas se sienten en peligro ante algo invisible y necesitan huir y evitar lo antes posible ese "mal olor".
Lo primero es reconocer la fobia y querer curarla. Evitar este o cualquier otro miedo solo nos hace que se enquiste más profundamente y se cada vez más complicado controlarlo. Por lo tanto, lo mejor es enfrentarse a ello.
La olfactofobia tiene cura gracias a las terapias psicológicas en las que primero deberán detectar la causa que ha dado pie a la fobia. Lo más recomendado son las terapias cognitivo conductual mediante las cuales se trabaja directamente con el pensamiento negativo o traumático relacionado con el miedo y acompañarlo de técnicas de relajación para aprender a llevarlo de la mejor forma posible.
En Aromas de Andalucía queremos ayudarte siempre a crear experiencias olfativas únicas y por supuesto felices. Por eso te ofrecemos una gran variedad de aromas creados por nuestro perfumista David Fernández, con lo que queremos que puedas crear nuevos momentos especiales siempre rodeada de la gente que quieres.
Porque la olfactofobia no es cuestión de ser más sensible ante un mal olor, sino que va más allá y puede afectar a la personalidad y al desarrollo de la persona, queremos apoyar a todos los que sufren de este miedo y ayudarles a disfrutar de los aromas tan deliciosos que nos regala la vida día a día.
