El inicio de un nuevo año es un momento cargado de simbolismo, un período de reflexión sobre el pasado y de proyección hacia el futuro. Desde tiempos inmemoriales, las culturas ancestrales han recurrido a la naturaleza en busca de herramientas para atraer la buena fortuna, la salud y la prosperidad. Entre estas herramientas, los aceites esenciales ocupan un lugar destacado, considerados portadores de energías sutiles capaces de influir positivamente en nuestras vidas.